Un ambiente evocador y placentero, una tripulación de primera, un recorrido por los inigualables paisajes y la vasta cultura del norte de España, aderezado con su exquisita gastronomía. Estos son los ingredientes que convierten cada viaje de El Transcantábrico Clásico en un verdadero placer en todos y para todos los sentidos.
Exponente desde sus orígenes de elegancia y confort, El Transcantábrico traslada al viajero a la época dorada de los grandes viajes en ferrocarril, sin dejar por ello de disfrutar de todas las comodidades y atenciones propias del siglo XXI. Sus coches salón, con muchas décadas de historia a sus espaldas, son espacios mágicos y evocadores, en los que degustar la deliciosa gastronomía, disfrutar de una copa, participar de la diversión o charlar con nuestros compañeros de viaje, mientras nos sentimos trasladados en el tiempo y el espacio. Las habitaciones de El Transcantábrico Clásico ofrecen un completo equipamiento para disfrutar de la más cómoda estancia a bordo, con toda la elegancia y el encanto propio de los trenes de época.
Viajar en El Transcantábrico Clásico es realizar un recorrido único sobre el caprichoso trazado de la vía métrica, combinando la costa Cantábrica de España y las tierras castellano leonesas. Magníficos paisajes, alta gastronomía, arte y cultura se suman en este periplo difícilmente igualable a bordo del más veterano de los Trenes Turísticos de Lujo de Renfe.